Εἴ τι καλὸν μανθάνουσιν οἱ νεανίαι ἐν τῇ ψυχῇ αὐτὸ φυλάττουσιν.



domingo, 25 de febrero de 2024

CARACTERÍSTICAS DA POESÍA ÉPICA GREGA

 CARACTERÍSTICAS DE LA POESÍA ÉPICA GRIEGA

La poesía épica es un tipo de poesía narrativa que canta y ensalza las gestas y acciones memorables de unos héroes pertenecientes a un pasado más o menos legendario y cuyo comportamiento glorioso acaba convirtiéndose en modelo de virtudes varoniles (valor, fidelidad, nobleza). La literatura griega y la occidental comienzan con dos poemas épicos, la Ilíada y la Odisea, atribuidos a Homero y, por consiguiente, es el primer género literario desarrollado por el pueblo griego.

Es poesía cantada por cantores profesionales ante un público eminentemente popular. Es objetiva, pues el poeta actúa como simple narrador de unos hechos ajenos a él. Tuvo una primera etapa oral en la que el aedo (ἀοιδός) se limitaba a repetir con acompañamiento musical, y con pequeñas variaciones, una serie de cantos que ha aprendido de otros cantores, sin que intervenga la escritura. A esta etapa le sucede otra en la que el cantor, ahora llamado rapsodo (ῥαψῳδός) utiliza la escritura y recita acompañándose de un bastón con el que marca el ritmo.

La poesía épica griega se caracteriza por el uso del verso denominado hexámetro dactílico (compuesto por seis pies y formado por una sílaba larga y dos breves o dos largas) y el uso de una lengua artificial, basada en varios dialectos, principalmente el jonio. Cabe destacar la invocación a las Musas al comienzo del poema y en lugares destacados, para que sirva de inspiración al poeta, y las fórmulas homéricas, un conjunto de frases hechas y fijas, con idénticas condiciones métricas, que aparecen repetidas a lo largo del texto. Entre los rasgos más característicos a los que recurrían al transmitir oralmente los poemas está el uso de epítetos para dioses y héroes, por ejemplo, Aquiles es “el de los pies ligeros” y Héctor “el de tremolante casco”, y el uso de la música. Por último son características las escenas típicas, como escenas de combate al describir el modo de pelear y de enfrentarse físicamente los héroes unos a otros, y los símiles y comparaciones, con los que el poeta le hace más comprensible la narración al oyente al comparar las acciones de los héroes con elementos de su mundo cotidiano o de la naturaleza.

Los grandes representantes de la épica griega son Homero con la Ilíada y la Odisea y Hesíodo con sus obras Teogonía y Trabajos y días, quienes impregnarán toda la literatura posterior y configurarán las creencias mítico-religiosas griegas.

Traballo realizado por Isabel García 2º BAC B (2024)

MORTE DE PATROCLO

 MUERTE DE PATROCLO

Patroclo es una figura de la mitología griega que luchó en la Guerra de Troya y es famoso por su estrecha amistad con el héroe griego Aquiles. Siguió a Aquiles hasta Troya y finalmente moriría a causa de él y sus acciones. En toda la Ilíada, Patroclo es descrito como la mano derecha de Aquiles, a menudo incluso realizando tareas para él. Sin embargo, juega un papel más prominente después del comienzo de la obra, en donde, Aquiles discute con el rey Agamenón de Micenas por las esclavas Criseida y Briseida, que formaban parte de su botín de guerra..

La ofensa lleva a Aquiles, el mejor y más temido de los héroes, a retirarse de la guerra, junto con su ejército de mirmidones. Como consecuencia, a pesar de singulares enfrentamientos entre héroes griegos y troyanos, y de la intervención de los dioses, la ofensiva troyana logra poner en apuros a los aqueos.

Aquiles envió a Patroclo a averiguar cuál de los griegos había sido herido después de ver a Néstor, el rey de Pilos, escoltando a algunos hombres de vuelta al campamento griego. Patroclo fue recibido calurosamente por Néstor y se le preguntó cuándo vendría Aquiles en ayuda de sus compañeros aqueos. Le recordó a Patroclo cómo lo encontró al lado de Aquiles cuando fue a Ftía para reclutar para la Guerra de Troya y cómo el rey Peleo había contado con él para guiarlo, diciendo a Patroclo que él podría ser el único que podría cambiar la mente de Aquiles sobre la lucha. Cuando Patroclo se apresuró en volver donde Aquiles, decidido a convencerlo de luchar de nuevo, se encontró con el rey tesalio herido Euripo, quien le dijo lo gravemente que estaban sufriendo los griegos en el campo de batalla. Patroclo todavía estaba en la tienda cuando escuchó a los troyanos asaltar el muro y corrió a decirle a Aquiles todo lo que había aprendido sobre la batalla en curso.

Ante el empuje del principal héroe troyano, Héctor, que llega a suponer una seria amenaza para las naves aqueas, Patroclo, al no conseguir que este se reincorpore a la lucha, le ruega a Aquiles que al menos le deje sus armas para alentar a los griegos. Patroclo se adentrará en esta batalla en donde en un principio es temido al ser confundido con Aquiles ya que este lleva su armadura, pero una vez la confusión de los troyanos desaparece es cuando empieza su verdadero sufrimiento. Zeus, mientras observaba como Patroclo mataba uno por uno a los troyanos (jurando matar a su hijo Sarpedón), reflexionó sobre el destino de Patroclo. Patroclo intentó tomar los poderosos muros de Troya cuatro veces, pero fue detenido por Apolo cada vez, quien le dijo que los muros de Troya no estaban destinados a caer ante él o incluso ante el famoso Aquiles. Apolo alentó a Héctor a unirse a la lucha.

Patroclo se encontraría con Héctor. Apolo lo golpearía en la espalda y acto seguido, Euforbo Pantoida, lo hiere de nuevo en el mismo lugar para darse a la carrera. Los aqueos vieron con horror como Patroclo era derribado. Finalmente, Héctor es quien da muerte a Patroclo y lo despoja de sus armas, las cuales serían rápidamente custodiadas por el rey Menelao de Esparta junto con su cuerpo. Con su último aliento, Patroclo declaró que habría tenido éxito si los dioses no lo hubieran traicionado y advirtió a Héctor y a los troyanos de que Aquiles lo vengaría. Cuando Héctor derrota a Patroclo, Aquiles se reincorpora a la lucha para vengar a su amigo. 

Traballo realizado por Antía Martínez 2º BAC B (2024)

DIÁLOGO DE HÉCTOR E ANDRÓMACA

 DIÁLOGO DE HÉCTOR Y ANDRÓMACA

Este encuentro familiar, perteneciente al canto VI de la Ilíada de Homero, se produce cuando Héctor vuelve a la ciudad en busca de su hermano Paris para regresar juntos al campo de batalla. Pero antes de partir corre a despedirse de su mujer que lo espera en las Puertas Esceas junto a las murallas.

Andrómaca, portando a su hijo Astianacte, llamado Escamandro por su padre (homónimo al río que baña Troya), intenta convencer a Héctor de que se quede en casa y trate de combatir desde la muralla a los griegos que, según ella, subirán por un cabrahígo (un tipo de higuera que crecía pegada a las murallas de Troya). Este se rehúsa a las súplicas de su mujer objetando que tiene que guiar a su ejército y que no puede permitir la caída de su mujer o de su hijo en manos aqueas, pero Andrómaca insiste que si Héctor perece en la batalla ella se quedará sola pues no le quedan más tutores o figuras masculinas que le puedan proteger.

También se despide de su hijo, atemorizado por el casco con crines que porta su padre, y tras una dolorosa e íntima escena de despedida, Héctor se marcha y Andrómaca lo llora porque sabe que no lo volverá a ver con vida.

Traballo realizado por Xoel Añón 2º BAC B (2024)

TEMA D´A ILÍADA

Tema de la Ilíada

La Ilíada, cuyo tema principal es la cólera de Aquiles, relata los sucesos de unos pocos días del décimo año de la guerra de Troya que libraron aqueos y troyanos.

Tras una invocación, la Musa narra que, conforme al plan de Zeus, Agamenón, jefe de los aqueos, desoyó la petición de Crises, sacerdote de Apolo, que le suplicó que le devolviera a su hija Criseida, otorgada a Agamenón como parte del botín obtenido al capturar una fortaleza aliada de Ilión. Crises clamó venganza a Apolo, y éste envió una peste contra los aqueos. Ante esto, Aquiles pide a Agamenón que devuelva a Criseida, pero éste se niega y le acaba amenazando con quitarle su recompensa, la esclava Briseida.

Agamenón se vio obligado a devolver a Criseida para librar a la hueste de la plaga, pero exigió a Aquiles la esclava Briseida, que había sido su botín. Se produjo entonces una agria disputa entre los dos. Aquiles estuvo a punto de sacar la espada y matar a Agamenón. Pero obligado a entregársela por mandato de Atenea, lleno de cólera por la deshonra, decidió no luchar más. Entoces, Tetis, madre de Aquiles, suplicó a Zeus que vengara a su hijo y causara la perdición de los aqueos hasta que dieran satisfacción a Aquiles. Zeus accedió.

Durante los días siguientes, los aqueos comenzaron a perder muchas batallas, multiplicándose las pérdidas humanas en dicho bando. Patroclo, viendo que la situación era desesperada, pidió a Aquiles permiso para ayudar a los aqueos. Una vez obtenido, salió a luchar con las armas de Aquiles y mató a Sarpedón, pero murió a manos de Héctor y Euforbo Pantoida (con la divina ayuda de Apolo). Tras esto, Aquiles mató a Héctor en un duelo cuerpo a cuerpo. 

Traballo realizado por Martín Golán 2º BAC B (2024)

ENFRENTAMENTO DE AQUILES E AGAMENÓN

 ENFRENTAMIENTO DE AQUILES Y AGAMENÓN

Este conflicto narrado en el canto I de la Ilíada, el cual fue la causa de que Aquiles entre en cólera y se retire del campo de batalla, surge a partir de una petición que el sacerdote Crises le hace a Agamenón, rey de hombres. Tal petición es nada más y nada menos que la devolución y liberación de su hija Criseida, esclava de Agamenón en ese momento.

Tras el rechazo del rescate y la burla por parte de Agamenón ante Crises, este último clama a Apolo para que castigue a los aqueos enviándoles una serie de plagas que diezman sus tropas. Posteriormente, en la tienda de Agamenón se organiza una reunión con el propósito de esclarecer la causa de las plagas. Calcas (adivino y augur de los aqueos) profetiza que Criseida debe ser liberada para que las pestes cesen y Agamenón acepta a regañadientes aunque no quiere quedarse sin esclava. Aquiles trata de calmarlo diciéndole que si conquistan Troya podrá gozar de una recompensa tres o cuatro veces mayor.

Pero Agamenón no está dispuesto a ser el único que se quede sin su recompensa, siendo como es el jefe de los aqueos, y amenaza con quedarse con la esclava de Aquiles (Briseida). Esto ocasiona la cólera de Aquiles, quien en un primer momento quiere matar a Agamenón pero es frenado por Atenea. Tras dirigirse ambos varios insultos, Aquiles finalmente abandona el combate. La consecuencia inmediata será que los aqueos empezarán a perder batallas, y que posteriormente Patroclo, no pudiendo soportar la situación en la que se encuentran los aqueos, ocupa el lugar de Aquiles. Pero esto ocasionará su muerte, y hará que Aquiles vuelva a la lucha para vengar la muerte de su amigo Patroclo.

Traballo realizado por Xoel Añón 2º BAC B (2024)

LOS DIOSES EN LA ILÍADA

 LOS DIOSES EN LA ILÍADA

En la Ilíada de Homero los dioses del panteón griego desempeñar un papel muy importante, revelando la fuerza del destino y las relaciones humanas.

Tanto sus interacciones, puntos de vista como sus conflictos influyeron en el transcurso de la Guerra de Troya. Los dioses principales de la obra son: Zeus, rey de los dioses y gobierna el conflicto, sus decisiones a menudo allanan el camino para la intervención de otros dioses; Hera, esposa de Zeus, quien atacó a los troyanos además de hacer planes en contra de ellos e incluso en contra de Zeus; Atenea, patrona, la cual ayudó a héroes griegos como Aquiles y Odiseo, además de ser la diosa de la sabiduría y de la guerra; Apolo, quien trajo la peste al campamento y ayudó a Héctor a matar a Patroclo, cabe destacar su intervención con la peste en el canto I ya que Crises era su sacerdote; Poseidón, que a pesar de ser el primero en construir las murallas de Troya estuvo del lado de los griegos durante la guerra (además de estar enfadado porque los troyanos no le recompensaron lo suficiente por su trabajo); Afrodita, diosa del amor que apoyó a Paris y a los troyanos por haberle dado Paris la manzana en el juicio sobre la belleza, a menudo salva de la muerte a los héroes troyanos como a Paris cuando en el canto III se enfrenta con Menelao, que lo saca de la lucha y también su hijo Eneas; Ares, dios de la guerra que se sitúa siempre en el bando contrario al de su hermana Atenea (la cual apoya a los aqueos mientras que Ares a los troyanos) ya que son enemigos; Hefesto, dios del trabajo del hierro y del fuego, a petición de la madre de Aquiles, Tetis, le hizo una nueva armadura; Tetis, ninfa y madre de Aquiles, aunque no sea diosa del Olimpo desempeña un papel importante sobretodo cuando le hace la petición a Zeus de que honre a su hijo haciendo que los aqueos vayan perdiendo la guerra y también cuando le pide a Hefesto que le haga una nueva armadura a Aquiles.

Los dioses de la Ilíada suelen ocuparse y o reflexionar sobre los pensamientos, emociones y conflictos del comportamiento humano.

Sobre todo cuando se trata de aprovechar al máximo las debilidades y fortalezas humanas. Su participación le otorga a la narración una capa de complejidad y dualidad, entrelazando los reinos divino y mortal. Además, este hecho ilustra la comprensión griega antigua del universo, en donde lo divino tenía un papel fundamental en los asuntos humanos y el destino mortal solía estar a merced de estos caprichosos seres divinos.

Las acciones e intervenciones de dichos dioses son fundamentales para hacer avanzar la trama y dar forma a los temas de la epopeya, incluidos el honor, el destino, la naturaleza del heroísmo.

Traballo realizado por Cristina Llan 2ºBAC B (2024)

EL HÉROE HOMÉRICO

 CARACTERÍSTICAS DEL HÉROE HOMÉRICO

Los Héroes homéricos son figuras mitológicas cuyas historias se sitúan en la antigua Grecia, alrededor del siglo VIII a. C. En las epopeyas de Homero, estos héroes presentan ciertas características que los distinguen entre otros tipos de personajes heroicos. El héroe hómérico tiene cualidades de excelencia tanto física como morales, pues su linaje solía ser divino. Estos héroes eran conscientes de su valor gracias al reconocimiento social que tenían y sus acciones se basaban en la ἀρετή, la virtud, que estaba ligada al honor, τιμή. El héroe recibe honor mediante la recompensa y se puede afirmar que este honor solo se podía mejorar con la muerte física, por lo tanto, los héroes homéricos no le tenían a la muerte, solo querían que correspondiese con su grandeza y dejar así una reputación impoluta.

En las obras de Homero, los héroes cumplen con el concepto de “aristía del héroe”, que es el momento en que desarrollan y desempeñan grandes hazañas, mostrando todo su potencial como guerreros, por ejemplo, en el canto XVI donde Patroclo, amigo íntimo de Aquiles, el héroe principal del bando aqueo; utiliza las armas de su compañero y consigue hacer huir a los troyanos que pensaban que se trataba de Aquiles. Aunque terminó siendo herido por Euforbo y rematado por Héctor, el héroe principal del bando troyano. La aristía se demuestra también en la asamblea de guerreros, donde es muy importante el discurso oral.

Es importante destacar que, a pesar de ser considerados semidioses, los héroes, presentaban cualidades humanas, como el sentimiento de amistad, representado claramente en la relación, ya comentada entre Patroclo y Aquiles. Pues tras la muerte de Patroclo, Aquiles les jura vengar esta y en el canto XXII acaba con Héctor atravesando con su espada, forjada por Hefesto, desde el cuello hasta la nuca, pero sin cortarle el garguero, permitiendo que el valiente Héctor suplique que entregue su cuerpo para poder recibir la muerte merecida, a lo cual Aquiles se negará. Otro ejemplo de cualidad humana en los héroes homéricos sería el vínculo de hospitalidad que se puede observar en el canto VI cuando se encuentran Glauco, un troyano; y Diógenes del bando aqueo, pero dejan de lado sus diferencias tras enterarse de que el abuelo de uno fue el huésped del padre de otro.

En conclusión, los héroes homéricos se enfrentan a desafíos que ponen a prueba su carácter y representan ideales culturales de modelos de conducta, virtudes y valores morales.

Traballo realizado por Iria Torre 2º BAC B (2024)

HOMERO

 Homero (Quién fue, características, qué hizo)

Homero vivió en el siglo XVII a.c. y fue y sigue siendo el símbolo de la épica y la poesía para los griegos, pues a él se le atribuyen la Ilíada y la Odisea. Incluso se ha llegado a poner en duda su existencia ya que algunos sostenían que no había existido dicho autor y también que la Ilíada y la Odisea no podían ser escritas por el mismo autor ni ser de la misma época, debido a las diferencias encontradas entre ellas. Esta polémica tuvo el nombre de “cuestión homérica”. Tampoco se niega que haya habido una persona que haya organizado estos materiales dentro de un plan general de los dos poemas.

La literatura griega dará su comienzo con estas dos obras homéricas, poemas cuyo autor escribió o dictó en un momento en donde los griegos volvieron a conocer la escritura (conocida anteriormente por la cultura micénica). En su época, Homero se encontró a caballo entre las dos estampas de la poesía épica: la primer oral, en donde el cantor llamado “aedo” cantaba estos poemas de héroes y personajes míticos aprendidos de otro autores, sin el empleo de la escritura; y la segunda etapa oral en donde entra en juego el papel de la escritura de la mano de los “rapsodos”, quienes recitaban y no cantaban los poemas que ya eran de su propia creación, no aprendidos de otro autor.

Homero en su poesía nos presentará a estos aedos que cantan sus poemas acompañándose de un instrumento musical de 3 o 4 cuerdas (la forminge). El poeta también tendrá conocimientos acerca de la guerra de Troya, la cual pudo tener lugar hacia 1200 a.C. o poco después, y sobre la cultura micénica, ambas cosas solamente pudiendo llegar por una tradición oral dada a la lejanía en el tiempo en la que suceden.

Esta poesía heroica se cantaba en versos de métrica uniforme y ritmo rápido denominados hexámetros. La regularidad métrica es fundamental en la memorización de los poemas y en su transmisión oral de generación en generación. Todos los poemas épicos presentan dos elementos en común: se componen y recitan de memoria, sin ayuda de la escritura, y se cantan con acompañamiento musical o de un bastón. Los poemas son, propiamente, canciones. Precisamente, la oralidad de su difusión determina uno de los rasgos más característicos del estilo épico: los poemas homéricos se hallan salpicados a lo largo de sus miles de versos de frases que se repiten una y otra vez para facilitar su memorización. Estas fórmulas épicas suelen ser nombres y epítetos de héroes, como «divino Ulises», «Héctor, el de tremolante casco», «Aquiles, el de los de pies ligeros», etcétera.

Traballo realizado por Antía Martínez 2º BAC B (2024)

jueves, 22 de febrero de 2024

Lista 10

48 VERBOS CONTRACTOS EN LOS TEXTOS DE ABAU DE JENOFONTE

πολεμεῖν

ποιῆσαι

ἐντρυφῆσαι

ὁρῶν

ἐκαλοῦντο

ποιεῖσθαι

ποιήσαντες

ἐκοιμήθη

πενθοῦντες

ἐποίησαν

κρατήσαντες

πεποιημένος

μαχούμενος

ἐβοήθει

ποιήσας

ναυμαχεῖν

πεζομαχεῖν

τειχομαχεῖν

ὠρχήσαντο

ἐχρῶντο

ἀρκοῦσαν

ἐδείπνουν

ἐποίησαν

ἐσκήνουν

ᾔτει

σκηνήσουσι

βοώντων

παρεγγυώντων

παρεγγυήσαντος

ποιοῦσι

ἐδει

διψῴη

ἐκαλεῖτο

ἐννοούμενοι

καθορᾷ

ὁρῶ

καταπηδήσας

ἰᾶσθαι

ποιήσουσιν

ᾠκεῖτο

ποιήσαντες

οἰκουμένην

ῥεῖ

ἐτελεύτησε

ἐξαιτησαμένη

φιλοῦσα

ἠσθένει

ἐποίησε

Os persas

Paséi a limpo o esquema dos persas por se vos serve para mañá. Botade unha ollada á presentación do s.V

REIS PERSAS


Ciro “o vello”/”o grande”
Exemplo de gobernante ideal
549-529 aC.
CIROPEDIA
Cambises
529-522 aC.
Darío I
Guerras Médicas: [Fontes: Herodoto, Simónides e Esquilo]
   -499 insurrección das ciudades xonias de Asia Menor que conseguen     o apoio de Atenas e Eretria.
   -494 os persas invaden Xonia e saquean Mileto.
   -490 os persas destrúen Eretria e desembarcan en Maratón:
     >>batalla de Maratón: Milcíades (gregos)Darío (persas)
                                             10.000moitos máis
Morren 192  atenienses (figuras do friso do Partenón 6.400 persas

521-486 aC.
490-479 aC.
Xerxes I
   -480 a.C. enfrontamento terrestre e naval
      >> batalla das Termópilas: Leónidas (Esparta) ↔Xerxes (persas)
Durante 2 días Leónidas resiste cun pequeno continxente no angosto paso pero, traizoado por Efialtes, ordea retirarse aos aliados e queda cos seus 300 soldados, entregando a súa vida heroicamente.
     >>batalla de Salamina: Temístocles (gregos)Xerxes (persas)
Tras a derrota terrestre, evacúase á poboación civil de Atenas. Os persas entran na cidade e incendian a Acrópolis. Pero finalmente son derrotados no enfrontamento naval en Salamina.
   -479 a.C. batalla terrestre en Platea
     >>batalla de Platea: Pausanias (gregos)Mardonio (persas)
Os persas son finalmente derrotados tamén por terra.
485-465 aC.
Artaxerxes I
Xerxes II
O seu reinado durou 45 días, xa que foi asesinado por un irmán seu
465-424 aC.
424 a.C.
Darío II
423-404 aC.
Artaxerxes II
Acada o trono á morte do seu pai Darío II.
   -401 a.C. Enfróntase ao seu irmá Ciro “o novo” que more na batalla de Cunaxa.
404-358 aC.

401 a.C.
ANÁBASIS

Jenofonte

 JENOFONTE (Atenas c.430-355 a.C.)

Hijo de Grilo, del demo ateniense de Erquia, nació en Atenas en una familia rica y aristocrática. Recibió una educación esmerada, con lecciones de sofistas como Pródico de Ceos, o de oradores como Isócrates. Pero lo que realmente influyó en él fue su maestro Sócrates a quien reverenció.
En el año 406 tomó parte en la Guerra del Peloponeso donde fué cogido prisionero; en el 401 a.C. formó parte del cuerpo expedicionario griego del ejército que levantó Ciro el Joven contra su hermano el Rey de Persia Artajerjes; derrotado este ejército en la batalla de Cunaxa en el 401, y muerto el mismo Ciro, se retiró Jenofonte hacia su patria al frente de los griegos. Pero en el 399, muerto Sócrates, sus discípulos son perseguidos y Jenofonte es exiliado de Atenas. Marcha a Esparta, donde se convierte en amigo fiel del rey Agesilao, poniéndose a su servicio contra el rey Farnabazo. Estuvo presente, quizá sin combatir, en la batalla de Coronea contra Atenas y Beocia en el 394; por los servicios prestados acabó recibiendo en recompensa una finca en Escilunte (Élide), cerca de Olimpia, donde se encargaba de acoger a los espartanos que visitaban Olimpia. Allí vivió unos 25 años con su mujer y sus dos hijos ocupado en escribir obras.
En el año 370, después de que los eleos se aliaran con los beocios, tuvo que abandonar Escilunte. Se instaló momentáneamente en Lepreo y finalmente en Corinto. En el año 365, los atenienses revocaron el decreto de destierro contra Jenofonte y sus hijos volvieron de inmediato a Atenas y se incorporaron a sus unidades de caballería. No se ha podido averiguar hasta el momento si Jenofonte visitó Atenas o no. Parece que murió hacia el año 355 a.C. en Corinto.
Fue un hombre piadoso con un gran sentido común y un escritor sin afectación ninguna y sin pretensiones, que mostraba una gran sencillez y fluidez de estilo. Por eso se lee con agrado y fue llamado “la abeja ática”.
Sus obras se suelen clasificar en función de su temática:

Obras históricas:

Las Helénicas, es la obra más destacada de este grupo, en la que narra en siete libros la historia de Grecia desde el 411 hasta el 362 a.C. Por lo general se admite que Jenofonte pretende continuar la obra histórica de Tucídides, y que sus primeras palabras (μετὰ δὲ ταῦτα=después de esto) enlazan directamente con los acontecimientos descritos por su predecesor en su obra “La Guerra del Peloponeso”. El resultado es muy desigual y da la sensación de una obra hecha por etapas, siendo su valor literario inferior al conseguido por Tucídides. Además Jenofonte expone una serie de causas quedándose en la superficie de las cosas, mientras que Tucídides ahonda en los orígenes.
Sin embargo, algunos críticos elogian sobre todo sus dos primeros libros, en los que continúa la narración de la guerra del Peloponeso, desde el año 411 al 404, y relata la instauración y el derrocamiento del gobierno de los Treinta Tiranos como consecuencia de la derrota de Atenas. En los tres siguientes libros narra los acontecimientos ocurridos hasta el año 379: la guerra entre espartanos y persas, el enfrentamiento de Atenas y otros estados griegos contra el poder de Esparta, así como la rivalidad concreta entre Esparta y Tebas. A partir de la mitad del libro quinto y hasta el final se narra el triunfo de Tebas en la batalla de Leuctra y la posterior supremacía tebana bajo el mando del general Epaminondas que muere en la batalla de Mantinea en el año 362 a.C.

La Anábasis nos narra en siete libros la fracasada expedición de Ciro el Joven contra su hermano, el rey de Persia Artajerjes: cuando en el 404 muere Darío II, el mayor de sus hijos, Artajerjes, le sucede en el trono. Pero acusado el hijo menor, Ciro, de conspiración por el sátrapa Tisafernes, Artajerjes hace arrestar a su hermano. Éste, salvado por su madre, jura vengarse, y decide reclutar diez mil mercenarios griegos que, engañados en un primer momento sobre el verdadero fin de la expedición, se ven metidos dentro de una aventura que les lleva hasta Cunaxa, cerca de Babilonia, después de recorrer 3000 km en seis meses. En la batalla de Cunaxa muere Ciro, por lo que tienen que regresar y lo hacen a través de Armenia y hasta el Bósforo, recorriendo otros 3000 km en siete meses. Uno de los participantes en esta expedición fue el propio Jenofonte, que había sido convencido por su amigo, el general Próxeno, amigo también de Ciro. Jenofonte tomará nota de toda la expedición y luego, tras la muerte de Ciro, cogerá el mando de la expedición. Seguramente en su retiro de Élide escribe esta obra que relata las aventuras que vivió, las costumbres asiáticas, detalles pintorescos, así como diversos ejemplos de discursos, compuestos según las reglas de los sofistas. La Anábasis o La Retirada de los Diez Mil es, sin duda, una de sus obras maestras. No se trata de una obra histórica, sino más bien didáctica y apologética, una especie de diario militar en el que quiso enseñar cómo se maneja un ejército en circunstancias difíciles y hacer su apología para los atenienses que le reprochaban de laconismo, y para los autores que habían descrito la retirada sin concederle el puesto que él se creía merecer (por ejemplo, Diodoro de Sicilia la cuenta sin mentarle siquiera). La narración está llena de viveza y elegancia, destacando las descripciones geográficas y etnográficas. Sobresale la descripción de la batalla de Cunaxa, una de las mejores en su género por lo pintoresca y viva.

Ciropedia (< Κύρου παιδεία”educación de Ciro”) es un relato de Jenofonte sobre la carrera de Ciro el Grande, rey de Persia, en el que personajes y hechos históricos aparecen modificados, para adaptarlos a la intención didáctica del autor. Es una obra que se parece enormemente a una novela histórica pero con intención moral. El mismo Ciro es un personaje idealizado, el perfecto estadista, gobernante y general, tomado parcialmente de la persona de Ciro el Joven que Jenofonte conoció y que aparece en su Anábasis.
La constitución de Persia y el método educativo descrito representan igualmente los ideales de Jenofonte, en parte basados en las instituciones de Esparta. Ciro es un espartano en la disciplina, en los ejercicios gimnásticos y militares, en la subordinación a los jefes del Estado; y un socrático práctico por la moral y el espíritu reflexivo y dialéctico, que se explica lo que hace y lo explica a los demás. Es un príncipe ideal formado en la fantasía del lacónico y socrático Jenofonte, muy parecido en sus líneas a la República ideal formada en la fantasía de Platón.
Hay algunos buenos trozos, como los primeros años de Ciro, narrados en el capítulo 3º del libro I, y el episodio romántico de la despedida de Abradates, que está a punto de morir en la batalla, de su esposa Pantea. Pero en general domina la frialdad y faltan los verdaderos caracteres.
Tras la narración de las campañas militares de Ciro, que concluye con la conquista de Sardes y Babilonia, la obra finaliza con una descripción de la organización del imperio persa y de la muerte de Ciro. Jenofonte intenta demostrar a sus conciudadanos que la nobleza en el pensar y en el obrar pueden darse también entre los bárbaros.

La Constitución de los Lacedemonios. Esta obra es fruto de su admiración por Esparta, y en ella se describen las reformas políticas del mítico legislador Licurgo, relativas al sistema de matrimonio, adiestramiento físico de chicos y chicas, comidas comunitarias (τὰ συσσίτια), desprecio a la propiedad privada, etc.

Obras filosóficas: (sobre la figura de Sócrates):

La relación de Jenofonte con Sócrates no fue ni muy directa ni duradera. Frecuentó desde joven el círculo de amigos de Sócrates pero sin dedicarse a la filosofía, como otros discípulos del filósofo –Platón el más conocido-.
Parece ser que conoció a Sócrates de niño y luego siguió al maestro unos pocos
años cuando era joven. Cuenta Diógenes Laercio que un día, antes de conocerse, le preguntó Sócrates a Jenofonte dónde podía comprar algunos objetos corrientes y el chico le respondió acertadamente; después le preguntó dónde podía encontrar hombres buenos y Jenofonte ya no supo responder. Entonces el filósofo le dijo: “Sígueme” y su amistad llegaría hasta el fin de la vida de Sócrates.
En 401 Jenofonte parte para la expedición relatada en La Anábasis, y ya no volvió a verlo nunca más. Es curioso que en las disputas de los seguidores de Sócrates nunca se le reconoce a Jenofonte la cualidad de discípulo de Sócrates.
Hacia el año 390, el sofista Polícrates publicó un libro calumnioso sobre la figura de Sócrates. Este hecho creó una gran polémica en Atenas entre los seguidores y detractores de Sócrates, dando lugar a los logoi socratikoi para la defensa del maestro.
Pues bien, Jenofonte decide mezclarse en la polémica y escribe su Apología para defender a Sócrates. Como no había estado presente en el juicio, Jenofonte acude al testimonio de Hermógenes, amigo suyo y testigo de la muerte del maestro, como se puede ver, por ejemplo en Fedón (59 b).

La Apología de Sócrates, en la que relata la defensa de su maestro ante el jurado.
Jenofonte no pretende hacer un reportaje exacto del juicio, sino exponer la sublime actitud y el altivo lenguaje ante el jurado de un Sócrates que estaba convencido que era un buen momento para morir (eukiría). Es ésta una diferencia esencial con la Apología de Platón: allí Sócrates se enfrenta a la muerte a partir de su fe en una vida posterior (doctrina también presente en el Fedón). Jenofonte no habla para nada de este tipo de creencia, sino que afirma que Sócrates basaba su satisfacción en la idea de evitar los achaques de la vejez. Mientras que para Platón la muerte parece ser la consecuencia lógica y trágica del cumplimiento de una misión, para Jenofonte representa una meta deseable en sí.

Las Memorables o Recuerdos de Sócrates son una sucesión de diálogos de Sócrates con diversos personajes, incluso con Jenofonte, que suponen una defensa de su maestro. Los temas tratados son la belleza, la justicia, o bien, la educación, las artes, y otros temas característicos de la filosofía socrática. Sin embargo, muchas de las opiniones que pone en boca de Sócrates no coinciden con las de Platón.

El Banquete (o Simposio) relata la reunión celebrada en casa del rico Calias, en la que participa Sócrates como invitado, así como otros personajes históricos, y que representa un ejemplo de lo que eran los simposios atenienses. La conversación que giraba en torno a distintos aspectos de la conducta humana presenta un tono distendido, salpicado de humor, aunque al mismo tiempo con seriedad. Destaca el discurso de Sócrates sobre la superioridad del amor espiritual sobre el carnal.

Obras didácticas:

El Económico trata de la vida familiar, es un tratado sobre la administración de una hacienda y el papel de la mujer como esposa y administradora de la casa, y en ella intenta demostrarnos que también el agricultor que ejerce su profesión con entusiasmo y competencia puede constituir un ideal de la Atenas del s. V-IV a.C.

El Cinegético es un tratado sobre la caza.

Agesilao, es una alabanza a este rey espartano a quien tan profundamente admiró, elaborada con material que había usado en las Helénicas. En ella revela un fuerte retoricismo frente a su obra historiográfica.

Hierón es una obra que nos presenta al poeta Simónides conversando con el tirano de Siracusa Hierón sobre las suertes respectivas del tirano y del ciudadano.

Otras obras son: El Hipárquico, Sobre la Equitación, etc.

Si como filósofo es Jenofonte un pensador superficial, que no resiste la mínima comparación con Platón, como historiador está también muy lejos de Tucídides. En efecto, Jenofonte es un historiador que omite en ocasiones asuntos de importancia y peca de parcialidad, no ocultando su simpatía por Esparta; además carece del rigor de Tucídides al encararse con los hechos históricos y, no sólo es incapaz de llegar a las causas profundas de éstos, sino que incluso recurre a explicaciones tan trasnochadas como la de la cólera de los dioses o la venganza divina. Con todo, no se le puede negar a Jenofonte un buen conocimiento de las cuestiones militares, una gran sensibilidad para la descripción de escenas aisladas a las que dota de los más finos matices, una notable habilidad para los retratos de personajes destacados, una sencillez de lenguaje –si bien su ático no es puro-, y una claridad de ideas, cualidades todas ellas que cautivan al lector. Es, en definitiva, un escritor polifacético y ameno, pero poco profundo.

Cita Einstein

 Farta xa de que as chamadas humanidades ou letras (nunca entenderéi estes nomes) saian sempre mal paradas, comezo a preguntarme se de verdade debo explicar a ninguén para qué serve o grego. Ultimamente ando a recopilar frases de xente intelixente (da xente mediocre comezo tamén a estar farta). Pois ben, segundo unha cita atribuída a Einstein, o famoso científico dixo:

How can any educated person stay away from the Greeks? I have always been far more interested in them than in science.
¿Cómo pode afastarse dos gregos unha persoa culta? De sempre interesáronme moito máis os gregos que a ciencia.

Texto Xenofonte

 Serenidade de Sócrates ante a morte.

(Σωκράτης) ὡς δὲ ᾔσθετο ἄρα τοὺς παρεπομένους δακρύοντας, Τί τοῦτο; εἶπεν, ἦ ἄρτι δακρύετε; οὐ γὰρ πάλαι ἴστε ὅτι ἐξ ὅτουπερ ἐγενόμην κατεψηφισμένος ἦν μου ὑπὸ τῆς φύσεως ὁ θάνατος; (...) [28] παρὼν δέ τις ᾿Απολλόδωρος, ἐπιθυμητὴς μὲν ὢν ἰσχυρῶς αὐτοῦ, ἄλλως δ᾿ εὐήθης, εἶπεν ἄρα· ᾿Αλλὰ τοῦτο ἔγωγε, ὦ Σώκρατες, χαλεπώτατα φέρω ὅτι ὁρῶ σε ἀδίκως ἀποθνῄσκοντα. Σωκράτης δὲ καταψήσας αὐτοῦ τὴν κεφαλὴν εἶπεν· Σὺ δέ, ὦ φίλτατε ᾿Απολλόδωρε, μᾶλλον ἐβούλου με ὁρᾶν δικαίως ἢ ἀδίκως ἀποθνῄσκοντα; καὶ ἅμα ἐπεγέλάσεν.
 (Xenofonte, Apoloxía de Sócrates 27-29)

Frase Ortega y Gasset

 Frase de Ortega y Gasset

"No hay oficio más humilde y abocado al fracaso que el del traductor. Escribir una versión digna de una obra redactada en otra lengua es tarea imposible. A lo más que se puede aspirar es a no traicionar el original del todo".

miércoles, 21 de febrero de 2024

Lista 9

ὑπήκουε: 3ª sg imp.ind.act. de ὑπακούω

ἐξέπεμπον: 1ª sg/3ª pl. imp. ind.act. de ἐκπέμπω

κατέσχομεν: 1ª pl. aor. ind.act. de κατέχω

συνεγράφετε: 2ª pl. imp. ind.act. de συγγράφω

ρημέναι: nomin.fem.pl. partic.perf.med.pas. de αἱρέω

ἐρᾶν: infin. pres. act. de ἐράω

ἐβοήθει: 3ª sg imp.ind.act. de βοηθέω

ἐτίμων: 1ª sg/3ª pl. imp. ind.act. de τιμάω

ἠσθένει: 3ª sg imp.ind.act. de ἀσθενέω

βούλοιτο: 3ª sg pres.opt.de βούλομαι 


jueves, 15 de febrero de 2024

Lista 8

 ἐπαινῶν

νενικήκαμεν

ἀγαπᾷ

ἐξαιτησαμένη

ἐγένοντο

κρεμάσαι

τεκνοῖ

ἁλίσκηται

ναυπηγεῖσθαι

ὦσι

ἡγησάμενος

εἴη

ποιήσαι