Valores
de la voz media y de la voz pasiva
La
voz media es característica del verbo griego. En las lenguas
indoeuropeas existía
una voz media opuesta a la activa, y de aquélla más tarde saldría
la voz pasiva.
Algunas
lenguas, como el latín, han eliminado la voz media. El griego la
conserva como categoría
gramatical y con valores semánticos concretos.
Las
voces verbales definen de algún modo la relación existente entre el
proceso verbal
y el sujeto de dicho proceso. En la voz activa el sujeto es entendido
como promotor
o agente del proceso verbal, aun cuando el verbo no siempre denote
actividad, como,
por ejemplo, εἰμί.
Otras veces el sujeto no solo no es promotor del proceso, sino que
más bien es destinatario.
La
voz media ejerce funciones distintas, a veces no fáciles de definir;
pero en todas
ellas hay un rasgo común: el
énfasis en la participación del sujeto en el proceso verbal.
En términos generales puede decirse que la voz media indica que la
acción verbal
afecta de un modo especial al sujeto o a algo que es parte de él o
está relacionado con
él. Es decir, la voz media indica que el sujeto tiene una
implicación mayor en la acción
verbal que la voz activa. Este matiz es difícil de traducir al
castellano, por ello la mayoría
de las veces se traduce por voz activa.
Hay
verbos que sólo se conjugan en voz media, porque su significado
básico coincide
con los valores de la voz media: βούλομαι
querer,
πορεύομαι
marchar, γίγνομαι
llegar
a ser,
δύναμαι
poder,
αἰσθάνομαι darse
cuenta.
Pero
la mayoría de los verbos oponen las formas activas a las medias, es
decir, se
conjuga en las dos voces. En estos casos se pueden ver algunas
diferencias de matiz en
cuanto al significado entre una y otra voz:
1)
Voz
media reflexiva.
A una voz activa transitiva responde una media que indica que la
acción recae sobre el sujeto o sobre una parte del sujeto.
λούω
lavar
(algo
o alguien externo al sujeto) / λούομαι
lavarse
(a
uno mismo)
2)
Voz
media subjetiva.
A una activa transitiva responde una media que indica que la acción
recae sobre una pertenencia del sujeto, o en algo que queda en la
esfera del sujeto.
δανείζομαι
tomar
en préstamo /
δανείζω
dar
en préstamo
3)
Voz
media de interés.
Se refiere a una acción que el sujeto hace en su propio interés. El
verbo puede ser transitivo o intransitivo:
αἱρέω
coger
/
αἱρέομαι
escoger
θύω
hacer
un sacrificio / θύομαι
hacer
un sacrificio (en
interés propio)
En
el primer caso el sujeto es simplemente el agente de la acción,
mientras que en el segundo
lleva a cabo la acción en su propio provecho.
4)
Voz
media dinámica.
Se usa con verbos transitivos e intransitivos en los que se expresa
una actividad especial del sujeto. El sujeto se entrega de forma
dinámica al proceso
o acción verbal:
πολιτεύω
soy
ciudadano /
πολιτεύομαι
actúo
como ciudadano
5)
Voz
media recíproca.
Se usa con ciertos verbos intransitivos en plural que indican una
reciprocidad entre los sujetos:
μάχονται
luchar
(unos
contra otros), λέγονται
dialogar
(еntrе
ѕi)
6)
Uso
pasivo
Realmente
en griego antiguo no existió la voz pasiva con entidad morfológica independiente.
Es la propia voz media la que expresa esa función cuando lleva complemento
agente: en este caso el sujeto desempeña la función semántica de Paciente,
o dicho de otra manera, el sujeto gramatical recibe la acción
realizada por otro agente
externo. En definitiva, la voz pasiva en realidad es un uso
especializado de la voz media:
la forma morfológica es la de la voz media, a la que el contexto,
mediante el uso del
complemento agente, adjudica el valor pasivo.
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